Salmos, salmo 28
- Salmo de David. A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro.
- Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
- No me arrebates juntamente con los malos, Y con los que hacen iniquidad, Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad está en su corazón.
- Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos; Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.
- Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, Ni a la obra de sus manos, Él los derribará, y no los edificará.
- Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.
- Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
- Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido.
- Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréales y susténtales para siempre.
|
Выбор перевода и языка
|